A medida que los médicos continúan conociendo más sobre los efectos a largo plazo del COVID-19, advierten a aquellos que han tenido incluso casos leves de la enfermedad que tomen las cosas con calma cuando vuelvan a hacer ejercicio.
Según Mayo Clinic, aunque el COVID-19 afecta principalmente a los pulmones, también puede dañar otros órganos, como el corazón. “Las pruebas de diagnóstico por imágenes tomadas meses después de la recuperación del COVID-19 han mostrado un daño duradero en el músculo cardíaco, incluso en personas que solo experimentaron síntomas leves del COVID-19. Esto puede incrementar el riesgo de insuficiencia cardíaca u otras complicaciones cardíacas a futuro”. La enfermedad también puede hacer que las células sanguíneas se acumulen, aumentando las posibilidades de que se formen coágulos sanguíneos y potencialmente provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Los especialistas en medicina deportiva, como el Dr. Jordan Metzl del Hospital for Special Surgery y la Dra. Marie Schaefer de Cleveland Clinic, han desarrollado pautas para adultos activos que buscan volver a hacer ejercicio después de recuperarse del COVID-19.
· No haga ejercicio si todavía está enfermo y tiene síntomas como fiebre, tos, dolor de pecho, palpitaciones o dificultad para respirar mientras está en reposo.
· Hable con su médico antes de comenzar a hacer ejercicio nuevamente. Según la naturaleza y la gravedad de sus síntomas, es posible que su médico desee realizar algunas pruebas para detectar posibles problemas cardíacos.
· Espere hasta que tenga al menos siete días sin síntomas antes de volver a hacer ejercicio. Cuando regrese a la actividad física, empiece al 50 % de la intensidad normal y progrese lentamente con el tiempo.
· Deje de hacer ejercicio si los síntomas regresan. Si el ejercicio causa síntomas como dolor de pecho, fiebre, palpitaciones o dificultad para respirar, deténgase y consulte con un médico. Otros síntomas de “alerta roja” incluyen:
o Náuseas
o Dolor de cabeza
o Frecuencia cardíaca alta no proporcional con el nivel de esfuerzo o recuperación prolongada de la frecuencia cardíaca
o Mareos o aturdimiento
o Nivel excesivo de fatiga
o Hinchazón en las extremidades
o Desmayo
o Visión de túnel o pérdida de la vista
· Escuche a su cuerpo. Usted conoce su cuerpo mejor que nadie. Deténgase y descanse si siente que algo "anda mal". Tenga paciencia y tómelo con calma mientras continúa recuperándose.
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