El lanzamiento nacional de dos vacunas prometedoras para ayudar a inmunizar a las personas contra el COVID-19 ha generado esperanza en todos los Estados Unidos y el mundo. Sin embargo, los expertos médicos instan a las personas a que sigan tomando las precauciones de seguridad recomendadas, es decir, mantener la distancia social y evitar las multitudes, usar mascarillas cuando estén en público y lavarse las manos con frecuencia. En el décimo mes de este brote, los estadounidenses están experimentando fatiga de precaución y están ansiosos por regresar a la vida prepandemia. Pero, a medida que las cifras de casos de COVID-19 siguen al alza en los Estados Unidos, todos debemos hacer nuestra parte para mantenernos seguros unos a otros hasta que más de nosotros estemos inmunizados.
¿Qué es la fatiga de precaución?
El término “fatiga de precaución” fue acuñado por Jacqueline Gollan, profesora asociada de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern University. Gollan compara la motivación del distanciamiento social con la vida útil de una batería, comenzando fuerte y perdiendo energía con el tiempo. Cuando comenzó el brote, las personas estaban energizadas y ansiosas por trabajar duro y aplanar la curva. Sin embargo, la combinación de aislamiento prolongado, estrictos protocolos de salud y seguridad, y mayores niveles de estrés nos ha dejado a todos cansados, menos motivados y menos cuidadosos.
Por qué es peligroso?
Para decirlo de forma sencilla: Cuanto menos cuidadosos seamos, más difícil será evitar que el virus se propague. Gollan reconoce que es difícil mantener el impulso cuando uno no ha experimentado el virus personalmente, y es fácil asumir que si aún no se ha enfermado, no se enfermará en el futuro. “Pero si su conducta cambia y tiene una disminución gradual en sus conductas de seguridad, el riesgo puede aumentar con el tiempo”, expresa Gollan.
¿Puedo contagiar el virus a otras personas incluso si estoy completamente vacunado?
Aún no hay una respuesta definitiva a esta pregunta, por lo que por ahora, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades instan a las personas a que asuman que la respuesta es “sí” y sigan tomando las precauciones necesarias. “Es importante que todas las personas continúen usando cada una de las herramientas disponibles para ayudar a detener esta pandemia a medida que aprendemos más sobre cómo funcionan las vacunas contra el COVID-19 en condiciones reales”.
¿Cómo puedo lidiar con la fatiga de precaución mientras espero que más personas se vacunen?
El Dr. Carlos del Rio de Emory University dijo en una entrevista reciente con NPR que sabe que tomar precauciones puede ser agotador, pero nos recomienda a todos resistir y seguir haciéndolo. “No es que vaya a usar una mascarilla por el resto de su vida”, afirma. “Debe usar su mascarilla hasta que tengamos los datos, y estamos tratando de obtener las respuestas lo más rápido posible”.
Mientras tanto, los siguientes consejos pueden ayudarlo a sentirse menos abrumado:
· Reformule los riesgos y beneficios: Gollan dice que piense en cómo su conducta personal afecta su riesgo personal de enfermarse. Por ejemplo, si dejas de usar una mascarilla en público, tu riesgo personal de contraer o transmitir el virus puede aumentar. Recordar la realidad de la situación puede ayudarlo a evitar las “trampas del pensamiento”, como convencerse de que necesita ir a la tienda de comestibles de nuevo porque se siente aburrido y agitado.
· Evite la sobrecarga de información: limite la cantidad de noticias que ve a diario y tome descansos frecuentes de la tecnología y las redes sociales durante el día.
· Priorice la salud mental: practicar la meditación y la conciencia plena puede ayudar a disminuir los sentimientos de estrés y ansiedad. La terapia de conversación virtual también es una manera conveniente de obtener apoyo cuando se enfrenta a emociones difíciles.
· Muévase un poco todos los días: lo ha oído antes, pero vale la pena repetirlo: la actividad física regular (caminar, correr, estirarse, etc.) puede levantar el estado de ánimo, mejorar el sueño y fortalecer el sistema inmunológico.
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