Todos tenemos en la sangre una sustancia que se llama glucosa (azúcar), y es la que nos da energía para realizar nuestra vida diaria. Esta glucosa la obtenemos de alimentos como pan blanco, chocolate, miel, zanahoria, maíz, arroz, tortillas, pasteles, pastas, fideos, remolacha, azúcar, mermelada y dulce de leche, entre otros.
Para que la glucosa trabaje bien en nuestro cuerpo y nos dé energía, necesita la ayuda de otra sustancia llamada insulina, una hormona que produce el páncreas. La insulina, como si fuera un peaje, regula la cantidad adecuada de glucosa que ingresa en la sangre para después pasar a las células, y de allí viaja a todos nuestros órganos convertida ya en el combustible que necesitamos.
Si el páncreas no produce suficiente insulina, o si el cuerpo rechaza la insulina, no podrá regular la cantidad de glucosa que entra en la sangre. Si la glucosa no es regulada, puede empezar a acumularse en exceso en la sangre de manera peligrosa y causar diabetes. A esto se le dice popularmente que “ha subido el nivel de glucosa en la sangre” o “que se tiene mucha azúcar en la sangre”.
Pero no hay un solo tipo de diabetes. Hay varios como veremos a continuación:
Diabetes tipo 1
Es cuando el páncreas produce poco o nada de insulina de un momento a otro, sin dar síntomas ni existir antecedentes familiares. La persona con este problema tiene que usar insulina todos los días para no complicar su salud. En NY 1 de cada 10 personas tiene este tipo de diabetes.
Síntomas:
Infecciones frecuentes, vómitos, late muy rápido el corazón, cansancio.
Diabetes tipo 2
Aparece generalmente en personas de edad avanzada. Es más frecuente que la de tipo 1. Es un problema crónico, permanente, cuando el cuerpo, pese a producir insulina, no procesa bien el azúcar (glucosa) en la sangre. Una de sus principales causas es la obesidad y es el tipo de diabetes más común.
Síntomas:
Mucha sed, tener más hambre de lo normal y a cualquier hora, orinar con frecuencia.
Prediabetes
Es cuando hay un alto nivel de azúcar en la sangre, pero no tanto como para ser diabetes de tipo 2. Muchas de estas personas no dan síntomas y pueden pasar de 5 a 10 años para recién ser diagnosticados con un examen médico. En NY 1 de cada 3 adultos tiene este tipo de prediabetes. Y de cada 10 adultos que lo tienen, nueve de ellos no lo saben.
Síntomas:
Cansancio a cualquier hora del día pese a haber dormido, fatiga, mucha sed, aumento de peso.
Diabetes gestacional
Es la subida de la glucosa (azúcar) en la sangre de algunas mujeres embarazadas, y suele desaparecer después del parto. Hay casos en los que puede volver a aparecer años después ya como una diabetes tipo 2.
La diabetes se puede controlar, y el objetivo es mantener los niveles adecuados de glucosa (azúcar) en la sangre, para eso se hacen exámenes médicos.
Una vez que los exámenes encuentran la diabetes, la persona debe consumir medicamentos para ayudar al páncreas a producir la insulina necesaria que baje el azúcar de la sangre.
Otros medicamentos ayudan a bajar el nivel de glucosa que produce el hígado. Como también hay medicamentos para ayudar al riñón a quitar la glucosa en la sangre.
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