Dormir bien no se trata solo de la cantidad de horas de sueño, sino también de la calidad. Las horas de sueño recomendadas por día varían con la edad, y van desde las 17 horas diarias para los recién nacidos hasta las siete horas diarias para las personas de 65 años en adelante.
Durante estas horas de sueño, los adultos deben despertarse con la sensación de estar bien descansados, sin haberse despertado repetidamente durante la noche, ni haber experimentado otras situaciones problemáticas como dificultad para respirar.
La falta de sueño provoca importantes consecuencias para la salud pública. La falta de sueño de calidad no solo contribuye a que se produzcan accidentes automovilísticos y disminución de la productividad: también puede hacer que las personas sufran enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, presión arterial alta y depresión.
Hay ciertos cambios sencillos que puede hacer para mejorar la calidad del sueño.
La National Sleep Foundation recomienda:
- Acuéstese a la misma hora todas las noches y despierte a la misma hora todas las mañanas.
- Asegúrese de que su dormitorio sea un ambiente tranquilo, relajante y oscuro, que el ambiente no sea ni muy caluroso ni muy frío.
- Asegúrese de que su cama sea cómoda y úsela solo para dormir y no para otras actividades, como leer, ver la televisión o escuchar música. Quite todos los televisores, computadoras y otros “aparatos” del dormitorio.
- Evite las comidas abundantes antes de acostarse.
- Evite la cafeína y el alcohol cerca de la hora de acostarse, y evite siempre la nicotina.
¡Duerma bien y descanse! Para investigar más sobre este tema, visite el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre el sueño y los trastornos del sueño aquí.
Fuentes:
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: ¿Cuántas horas de sueño necesito?
