Así es; el voluntariado aporta beneficios más allá de las buenas obras en sí. La investigación ha revelado que los adultos que se ofrecen como voluntarios pueden vivir más tiempo que los que no son voluntarios. Ahora, ciertamente no estamos diciendo que renuncie a hacer ejercicio y a alimentarse sanamente, sino que encontrar algo de tiempo para ser voluntario podría significar un gran impulso para su salud.
El efecto de la felicidad
Es sabido que ayudar a otros produce un efecto positivo en la salud mental. Hacer una diferencia en la vida de otra persona nos hace sentir bien, ¡es la naturaleza humana! De hecho, esa energía positiva que se obtiene al hacer una buena acción tiene un nombre: se denomina “euforia de la generosidad”. Todo gracias a las endorfinas, las sustancias químicas que hacen sentir bien a su cuerpo.
A continuación presentamos cinco razones más para salir a dar una mano:
1. Le recuerda apreciar lo que tiene. ¿Será voluntario en un comedor de beneficencia o en un hospital? Ayudar a quienes están pasando por un momento difícil realmente pone las cosas en perspectiva.
2 . Uno se siente conectado socialmente. Salir a la comunidad, interactuar con la gente y hacer amigos son buenas maneras de ayudar a apaciguar la soledad y la depresión.
3. Obtenga un renovado sentido de propósito. Los adultos mayores jubilados pueden encontrar un nuevo significado y dirección en su vida.
4. Impulsa la autoestima. Se siente bien ser necesitado y apreciado.
5. Lo mantiene alerta. Participar en actividades significativas y productivas puede reducir el riesgo de demencia.
¿Está buscando oportunidades para marcar la diferencia? Visite 211nys.org para buscar lugares donde ser voluntario en su área.