Nuevas oportunidades para la política de atención médica

Los últimos ocho meses de la pandemia del COVID-19 nos pusieron a prueba como país, pero el próximo año presenta una oportunidad sísmica para hacer un reinicio.

11/10/2020
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Los últimos ocho meses de la pandemia de COVID-19 nos han puesto a prueba como país, pero el próximo año presenta una oportunidad sísmica para restablecer, fortalecer y proteger a los millones de hombres y mujeres de todo el país que están enfermos, son vulnerables y tienen miedo.

 

Una oportunidad fundamental para la nueva Administración es priorizar, reparar y restaurar la confianza en nuestra infraestructura de salud pública, que se ha erosionado gravemente a lo largo de décadas. Establecer expectativas uniformes sobre el uso de mascarillas, el distanciamiento social y las vacunas es imperativo y fundamental para que las partes interesadas en la atención médica brinden su apoyo. Fortalecer nuestra infraestructura de salud pública para administrar las vacunas sería de gran ayuda para infundir confianza a nivel local. Además, empoderar a los líderes de salud pública para que proporcionen información científica sobre la pandemia, sobre la importancia de las vacunas y sobre cómo los estadounidenses pueden protegerse a sí mismos y proteger a sus familias y comunidades comenzaría a reintroducir el concepto de responsabilidad social, que es fundamental para nuestra democracia.

 

Al abordar el desafío inmediato de la pandemia, es de vital importancia que los líderes de Washington y los estados fortalezcan el acceso de todos los estadounidenses a la atención de alta calidad y prioricen la asequibilidad, lo cual es una parte clave para garantizar que la atención médica para todos los estadounidenses sea sostenible. La forma en que se trata a todos en el sistema de atención médica es tan importante como hacerlos ingresar al sistema de atención médica.

 

Las medidas recientes de la Administración para revertir las protecciones contra la discriminación deben revocarse junto con las reglamentaciones que actualmente les brindan a las autoridades de inmigración la capacidad de rechazar las solicitudes de tarjetas verdes y visas para las personas que han utilizado Medicaid y otros programas de asistencia pública. Como país y como organizaciones de atención médica, debemos alentar a las personas a buscar atención primaria ahora para evitar la atención costosa y catastrófica más adelante. Al mismo tiempo, el país debe comprometerse a eliminar el sesgo consciente e inconsciente en todo el sistema de atención médica.

 

La conectividad digital es actualmente un área final esencial para garantizar el acceso individual a la atención. Sabemos que las comunidades donde viven las personas con grandes desigualdades en la atención médica se encuentran en el lado equivocado de la brecha digital. Los hogares con integrantes de raza negra, hispanos o latinos tienen menos dispositivos y a menudo carecen de acceso a una conexión a Internet confiable. Mientras consideramos ampliar el acceso a la atención médica y la conveniencia con herramientas digitales, es importante que las poblaciones clave no queden relegadas. Este desafío debe considerarse como un medio para garantizar el acceso universal como parte de una factura de reparación de infraestructura. Debemos considerar el acceso digital como un determinante social clave de la salud y tomar medidas para cerrar la brecha digital.

 

Los próximos meses marcarán un momento decisivo, ya que la nueva Administración comienza a revelar su agenda de atención médica. Todas las partes interesadas deben considerar este período como una oportunidad para restablecer las prioridades del país y contribuir a un sistema de atención médica mejor y más equitativo para todos los estadounidenses.