Cuidadores: colóquense su máscara de oxígeno primero

En el improbable caso de una pérdida de presión en la cabina, póngase primero la máscara de oxígeno antes de ayudar a otros”.  ¿Con qué frecuencia cada uno de nosotros escuchó este mensaje?  

04/20/2017
los cuidadores se colocan primero la máscara de oxígeno

En verdad, esta es la clave para un cuidado exitoso, tanto para los cuidadores profesionales como para los familiares. No es egoísta cuidarse uno mismo primero; de hecho, es obligatorio si de verdad queremos ser cuidadores eficaces. No podemos regalar lo que no tenemos. Si colapsamos de alguna manera, física, emocional o espiritualmente, somos incapaces de ayudar a los demás.

Piense en el cuidado de salud como un taburete de tres patas. La primera pata es el receptor de atención: alguien enfermo de cuerpo, mente o espíritu. La segunda pata es el cuidador profesional: médicos, profesionales de enfermería, capellanes, psicólogos, clérigos, asistentes de cuidado de salud en el hogar u otros trabajadores de atención médica remunerados. Y la tercera pata es el cuidador familiar: personas no remuneradas que cuidan tanto a las familias de origen como a las familias de elección. Muchos de nosotros sabemos muy bien que a veces podemos estar desempeñando más de uno de estos roles o incluso los tres roles a la vez. Y este último puede causar estrés, carga, agotamiento e incluso otras enfermedades inimaginables.  Al ser seres físicos, emocionales y espirituales, cada área de nuestra vida impacta mucho en la otra.

 

Necesitamos concentrarnos en esta enorme tarea de cuidar y debemos comenzar por nosotros mismos. Un pozo solo puede contener cierta cantidad de agua antes de que necesite vaciarse, limpiarse y refrescarse para reanudar su propósito. Ya sean profesionales de la salud o cuidadores familiares, debemos reconocer nuestra humanidad, nuestras limitaciones y nuestras necesidades.

Si bien un viaje a Bali para una peregrinación espiritual total puede sonar tentador, pocos de nosotros podemos hacerlo fácilmente. Sin embargo, existen muchos pasos pequeños e incrementales que podemos tomar:

  • Respire. ¡Diez respiraciones profundas solo para mí! Esto puede parecer muy, muy básico. Sin embargo, se trata de lo más olvidado. Las respiraciones profundas nos conectan con el origen de nuestra vida y nos renovamos.
  • Esté presente. Aproveche la espera de los ascensores o cuando esté sentado en tráfico inmóvil. Cada una es una oportunidad para “explorar su interior” y conectarse con su centro espiritual, relajarse aunque sea por unos momentos y luego regresar refrescado y listo para la tarea que tiene por delante.
  • Apóyese en el equipo. Sus colegas profesionales pueden tener perspectivas muy reales sobre este tema. Ellos también necesitan cuidarse a sí mismos y, a menudo, al pedir ayuda para usted mismo, les está recordando y dándoles permiso para hacer lo mismo en su vida.
  • Busque terapia. Un terapeuta puede ayudarlo a usar las herramientas de entrega y gratitud en situaciones de cuidado. Recuerda, entregarse no significa darse por vencido o perder. En realidad, se trata de dejar ir gentilmente para recibir abundantemente.
  • Participe en grupos de apoyo. Como todos sabemos profesionalmente, lo que no podemos hacer solos, podemos hacerlo juntos. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a nuestros propios desafíos, tendemos a no tomar este obsequio con seriedad. Hay muchos tipos de grupos de apoyo, tanto presenciales como en línea.  Considere participar en uno; si siente resistencia, tal vez ore por la voluntad de permitir que suceda en su vida.
  • Proteja su propia salud y bienestar. Visite al médico, tome los medicamentos recetados, vacúnese contra la gripe, controle su dieta y haga ejercicio.

Como cuidadores, siendo profesionales, familiares o ambos, tendemos a dejar el autocuidado en un segundo plano. Sin embargo, en beneficio de las personas que cuidamos y de nosotros mismos, debemos prestar atención a este recordatorio: Usted importa. Usted cuenta. Y solo usted puede realmente cuidar de sí mismo.

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Rev. Gregory Johnson, SMM, MDiv, de la ciudad de Nueva York, es asesor principal para el cuidado familiar, Oficina del Director Ejecutivo, en EmblemHealth, ciudad de Nueva York. Durante 15 años, ha dedicado su ministerio a los cuidadores familiares como creador y director de la iniciativa Cuidados para el Cuidador Familiar de EmblemHealth.

 

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