Asma

El asma es una afección que afecta los pulmones y causa que las vías respiratorias se inflamen, estrechen, hinchen y llenen de mucosa, dificultando la respiración.

El asma afecta a personas de todas las edades y, aunque no existe una cura, aún es posible llevar un estilo de vida saludable y activo. Trabajar con su proveedor de atención médica para desarrollar un plan para evitar los desencadenantes del asma y tomar los medicamentos de manera adecuada es muy importante para controlar bien su afección.

Tome medidas

Controlar el asma significa estar al tanto de los factores desencadenantes y evitarlos siempre que sea posible. Utilice este plan de acción para ayudarle a comenzar y trabaje con su médico para completarlo juntos durante su próxima visita.

Aquí hay algunas cosas que puede hacer para crear un ambiente seguro, saludable y amigable con el asma.

El asma no se puede curar y, con mayor frecuencia, se trata con medicamentos inhalados (que se respiran). Hay dos tipos principales de inhaladores: inhaladores de dosis medida e inhaladores de polvo seco. Cada inhalador está compuesto por dos piezas: un envase presurizado de medicamento y una boquilla.

Independientemente del tipo de inhalador que tenga, el uso y cuidado adecuado pueden ayudarle a aprovechar al máximo su medicamento, para que pueda controlar eficazmente el asma, mejorar la respiración y poder hacer más de las cosas que disfruta.

Cuando consulta con su médico para desarrollar o actualizar su plan de tratamiento, también puede hacer preguntas específicas sobre su medicamento, como qué es lo que hace y por qué lo está tomando.

Tener asma no significa que no pueda vivir una vida plena. Ser capaz de detectar sus factores desencadenantes y conocer sus signos y síntomas puede ayudarle a prevenir un ataque y asistir a controlar mejor su asma en general. Enfóquese en estas cosas:

Planifique para emergencias. Es importante llevar consigo suficiente suministro de todos sus medicamentos para el asma. En caso de una emergencia, llame a su proveedor de atención médica de inmediato si experimenta algún problema respiratorio, falta de aire o aumento de la tos. Debe llamar al 911 si sus medicamentos de rescate no funcionan.

Mantenga su aire limpio. Evite factores desencadenantes potenciales como el cigarrillo y las chimeneas, los humos y los olores fuertes. Use filtros y acondicionadores de aire para hacer que el aire de su hogar esté más limpio, cómodo y libre de polvo.

Mantenga un registro de su medicamento. Para aprovechar al máximo su medicamento, es importante que lo tome exactamente como su médico lo recetó y que lleve un registro de la cantidad de medicamento que utiliza para poder planificar los resurtidos. Puede utilizar este método para calcular cuándo necesitará un resurtido:

  • Cuando comience a usar un inhalador nuevo, divida la cantidad de inhalaciones en el bote (el bote a menudo tendrá este número impreso) por la cantidad de inhalaciones que toma cada día. El número que obtenga será el número de días que debería durar el bote. Por ejemplo, si toma cuatro inhalaciones cada día de un bote de 200 inhalaciones, deberá tener un bote nuevo cada 50 días.
  • Usando un calendario, cuente hacia adelante esa cantidad de días para ver cuándo se acabará su medicamento. Elija un momento para volver a surtir su receta médica que sea unos días antes de esta fecha. Escriba la fecha de resurtido en el bote y en su calendario, o en algún lugar donde la vea a menudo, para que pueda recordarla.

Mantenga un diario del asma. En su diario puede anotar cualquier síntoma o ataque de asma que tenga y registrar los desencadenantes (si es posible), los síntomas y el tipo de medicamento que utilizó para aliviarlos. También puede registrar diariamente la lectura de su flujo máximo y llevar consigo su lista de medicamentos.

Identifique qué desencadena sus síntomas de asma. Todos tienen diferentes desencadenantes. Usted puede identificar mejor sus desencadenantes con su proveedor de atención médica, pero los desencadenantes comunes pueden incluir:

  • Un resfriado
  • Fragancia
  • Clima frío
  • Fumar
  • Hacer ejercicio
  • Polvo
  • Polen
  • Moho

Obtenga sus vacunas. Hable con su proveedor de atención médica para ver si la vacuna contra la gripe es adecuada para usted. Si tiene asma, también se recomienda que reciba la vacuna contra la pulmonía, la vacuna contra el herpes zóster y la vacuna Tdap. Consulte con su médico para ver si necesita estas vacunas.

Siga las pautas para reducir la propagación del COVID-19. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las personas con asma moderada a grave pueden tener un mayor riesgo de enfermarse gravemente por COVID-19. El COVID-19 puede afectar su nariz, garganta y pulmones (tracto respiratorio); provocar un ataque de asma; y posiblemente provocar pulmonía y enfermedad respiratoria aguda.

Las personas que viven con asma a menudo experimentan dificultad para respirar y la falta de aire puede provocar ansiedad y hasta depresión. Si ha estado experimentando depresión durante más de dos semanas o siente que no puede manejarla, podría ser útil hablar con un profesional de salud mental o con su equipo de atención médica.

La Asociación Americana del Pulmón ofrece un servicio gratuito para personas con asma y sus cuidadores a través de su Lung HelpLine.

Recuerde que tener asma no es razón para avergonzarse. Más de 25 millones de estadounidenses tienen asma, por lo que es mucho más común de lo que cree. Poder hablar libremente entre un grupo de personas que entienden por lo que está pasando puede producir un impacto positivo en su salud. Hable con su médico sobre cualquier grupo de apoyo que conozca. También puede encontrar un grupo de apoyo cerca suyo aquí..

Junto con su médico y equipo de cuidado de la salud, es importante hablar con su familia y amigos sobre su asma. Su familia y amigos juegan un papel importante para ayudarle a controlar su asma, especialmente si fuman. Si necesitan ayuda para dejar de fumar, pueden llamar al 866-NY-QUITS (866-697-8487) (TTY: 711). Nuestros horarios son de lunes a viernes de 8 a.m. a 9 p.m., sábados de 9 a.m. a 7 p.m. y domingos de 9 a.m. a 5 p.m.

Circulan muchos mitos sobre el asma, por lo que puede resultar difícil hablar de ello. Saber la verdad sobre su afección y compartir esa información con las personas que forman parte de su vida puede ayudarle a controlarla con mayor facilidad, ya que ellos le pueden brindarle apoyo de muchas formas.

Siempre hable con su médico sobre su afección, cualquier inquietud que tenga o sobre cambios en su salud.

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